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Cómo cuidar el sistema de frenos de tu coche ¿Cómo elegir y reemplazar las pastillas de freno?
Se recomienda inspeccionar el sistema de frenos al menos dos veces al año. Es razonable combinar la inspección con el cambio estacional de las ruedas, cuando los mecanismos de los frenos están disponibles para la inspección. Vale la pena aplicar al servicio a la vez no programada, si el coche se mueve de lado al frenar o si los ruidos extraños, vibraciones aparecieron.
Al comprobar el sistema de frenos después de quitar las ruedas y la inspección, puede haber ciertos signos de defectos, que requieren una atención más detallada en la estación de servicio.
El sistema de frenos debe cuidarse adecuadamente para evitar que llegue a un estado de reparación. El sistema de frenos del vehículo debe revisarse cada semana. Asegúrese de que el depósito esté siempre lleno de líquido de frenos bajo el tapón. Compruebe que las ruedas y el sistema de frenos no tienen fugas antes de cada viaje.
Llene el sistema de frenos sólo con el líquido de frenos especificado en la documentación del vehículo. También es importante cambiar el líquido de frenos a tiempo; se recomienda cambiarlo cada 3 ó 4 años. Además, es importante vigilar constantemente el funcionamiento del reforzador de los frenos, comprobar el funcionamiento del sistema antibloqueo. Al bombear los frenos, utilice sólo líquido de frenos fresco.
Las pastillas de freno y los discos (o tambores) son las piezas directamente responsables del frenado. Estos pares de rozamiento deben ser controlados con especial atención.
Es difícil predecir la vida útil exacta de las pastillas: depende de las características del coche y de la forma de conducir. Por ello, se aconseja a los fabricantes realizar una inspección de control de los frenos cada 15 mil kilómetros, comprobando, entre otras cosas, el grosor de las pastillas de freno. El grosor crítico de las pastillas es de 2 mm.
En cuanto a los discos, además del grosor mínimo, hay muchos otros requisitos. La uniformidad del desgaste, la ausencia de collares y de trabajo, grietas y astillas, la distorsión y el agotamiento – toda la lista para la comprobación periódica. La mayoría de los puntos, por cierto, se aplican también a los tambores de freno.
La pastilla de freno es un elemento del sistema de frenos que interactúa con la parte del disco de freno. Esta interacción se produce aplicando presión, lo que hace que el vehículo se desacelere.
La pastilla de freno es muy fácil de construir. Hay una boquilla especial unida a la base de metal, hecha de materiales especiales, entre los cuales:
- fibras sintéticas;
- resinas;
- cerámicas;
- gomas con un grado de resistencia.
La sustitución de las pastillas de freno es una operación relativamente sencilla, pero hay algunos puntos importantes que el personal de servicio suele olvidar. Como resultado, después de sustituir las pastillas, puede haber ruidos extraños, vibraciones y un aumento de la distancia de frenado. Debe saber que las pastillas de freno no pueden compensar las deficiencias causadas por el mal funcionamiento del resto del sistema de frenado. La clave para un buen resultado de la sustitución de las pastillas de freno es el estado satisfactorio de los discos de freno. La presencia de incluso pequeñas irregularidades (más de 0,3 mm) en la superficie de trabajo de los discos de freno, requiere el rectificado de los discos o la sustitución de los discos desgastados por otros nuevos.
Al sustituir las pastillas de freno es importante prestar atención al estado de los elementos de fijación adicionales de las pastillas: clips de fijación, chirridos y placas antichirridos. Los clips de fijación se fijan en los extremos de las pastillas o se remachan en la parte posterior de la pastilla (en este caso vienen instalados de fábrica). Los clips fijan la pastilla en la posición correcta dentro de la pinza de freno.
Para garantizar un funcionamiento eficaz y prolongar la vida útil de las pastillas de freno, deben seguirse unas sencillas recomendaciones sobre los frenos. Por ejemplo, es mejor utilizar el freno motor en los descensos largos, ya que un calentamiento excesivo de los frenos puede mermar considerablemente su eficacia. Y cuando se circula por charcos profundos o después de vadear un río, hay que hacer algunas aceleraciones y frenadas cortas para que se sequen los mecanismos de los frenos.
También es necesario prestar atención a algunos signos de desgaste o daños en las pastillas. En particular, la aparición de ruidos al frenar, así como un retraso en la frenada, pueden indicar que las pastillas están deformadas, rotas o mal sujetas.
Fuentes de información:
