Críticas de cine: LA PURGA INFINITA

El mérito de James DeMonaco, creador de esta saga, reside en llevar al cine historias que, siendo fieles a la idea original, ofrecen nuevos alicientes y dotan a cada entrega de su propia personalidad; ello se puede constatar particularmente en este film, el quinto desde The Purge: La noche de las bestias (2013). El desarrollo del argumento central comienza donde terminaban las anteriores y resulta evidente la reorientación de géneros: el thriller de acción violenta relega prácticamente por completo al terror. Añade además un componente de denuncia social incisiva y sabe transitar al caos con elementos propios de una distopía. Sus seguidores no saldrán defraudados por lo novedoso de la propuesta, muy entretenida en líneas generales, pese a que no supera a algunas de sus predecesoras.

Juan, un mexicano afincado en Texas junto a su esposa, trabaja en el rancho de los acomodados Tucker, cuyo hijo mayor siempre lo ha tratado con desdén por su procedencia. Tras sobrevivir a la salvaje Purga, todos intentan volver a sus rutinas, pero varios grupos descontrolados siguen con las matanzas en diferentes ciudades. Al parecer forman parte de una organización espontánea de descontentos, surgida en las redes sociales, que persigue unos objetivos bien claros: acabar con los ricos y eliminar a los emigrantes. Ahora ambas familias deberán huir juntas y colaborar para poder salvarse.

El guion dedica la primera media hora a enlazar la intriga con sus orígenes y proporciona momentos de alta tensión. Eleva ese tono inquietante al alargarse inexplicablemente tan descabellada situación, introduciendo en esos compases la mejor escena de la película, en la cual el patriarca del clan de los acaudalados vaqueros se encara con los atacantes y pronuncia unas sabias y demoledoras palabras acerca del sistema que pretenden destruir, apuntando a sus viciosas e inmutables corruptelas.

Asentada la línea narrativa a seguir, el relato se convierte en una persecución asfixiante, con ecos de Mad Max, que multiplica los sobresaltos y peligros al llegar a El Paso. Allí, sus calles y edificios esconden sorpresas letales en medio de la batalla urbana que se libra, aproximando esas secuencias a las hechuras de un videojuego. El desenlace subraya la advertencia que late en el fondo, matizada por la cara humana y solidaria de quienes se menosprecia injustamente.

Ana de la Reguera (Ejércitos de los muertos), Tenoch Huerta y Josh Lucas (Una mente maravillosa) saldan sus participaciones sin deslumbrar, mientras el veterano Will Patton (Minari) ensalza un papel secundario.