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Descubre al temible dragón marino que dominó los océanos hace millones de años

  • Unos fósiles hallados en Japón en 2006 han revelado una nueva variante del mosasaurio, llamada dragón azul.
  • El dragón azul aterrorizó los mares del Pacífico hace 72 millones de años.
  • Tenía extralargas aletas pectorales y una aleta dorsal similar a la de un tiburón.
  • El hallazgo ha sido publicado en el Journal of Systematic Paleontology.

Descubrimiento de una nueva variante del mosasaurio

Unos fósiles encontrados en Japón en 2006 han permitido describir una nueva variante del mosasaurio, llamada dragón azul. Este monstruo marino aterrorizó los mares del Pacífico hace 72 millones de años. Su peculiaridad radica en sus extralargas aletas pectorales y en una aleta dorsal similar a la de un tiburón, que le permitiría girar rápidamente y con precisión en el agua. El hallazgo ha sido publicado en el Journal of Systematic Paleontology, y el mosasaurio ha sido nombrado Megapterygius wakayamaensis, en referencia al lugar donde fue encontrado.

Un hallazgo asombroso

El fósil encontrado en Japón es el esqueleto más completo de un mosasaurio jamás encontrado en la región del Pacífico noroeste. El investigador que lo descubrió, Akihiro Misaki, inicialmente dudó de si examinarlo, pero la curiosidad le llevó a hacerlo. El espécimen fue encontrado en el río Aridagawa en Wakayama, y su estudio reveló que pertenecía a la subfamilia Mosasaurinae. Los científicos especulan sobre cómo este mosasaurio utilizaba sus grandes aletas para la dirección y la propulsión en el agua, y cómo su cola generaba una aceleración rápida mientras cazaba peces.

Una adaptación única

El dragón azul presenta una adaptación única en su morfología corporal, con cuatro grandes aletas que utiliza junto con una aleta caudal. Esta combinación de aletas le permitía realizar maniobras rápidas y sumergirse o salir a la superficie con facilidad. Además, el mosasaurio tenía una aleta dorsal, similar a la de una marsopa común, que le proporcionaba estabilidad en el agua. Los investigadores comparan esta adaptación con la de las ballenas dentadas modernas, como los delfines y las marsopas, que también tienen aletas dorsales prominentes.