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Un equipo de investigadores ha hecho un descubrimiento sin precedentes en el mundo de la paleontología al encontrar la última comida de un Tiranosaurio. Se trata de las patas traseras de dos crías de Citipes, lo que constituye el primer hallazgo de alimento perfectamente conservado en la tripa de un dinosaurio. Este descubrimiento revela el patrón alimenticio que seguía uno de los dinosaurios más temidos de la Tierra.
La investigación, publicada recientemente, supone un avance significativo en los estudios sobre los Tiranosaurios. El fósil encontrado pertenece a la especie Gorgosaurus, y se estima que el Tiranosaurio en cuestión medía entre 9 y 10 metros de largo. Además, se ha descubierto que tenía un gusto culinario peculiar, ya que se había tragado las crías de Citipes, dejando intactos los restantes cadáveres. Este hallazgo proporciona nueva información sobre estas criaturas del Cretáceo y su alimentación.
El descubrimiento de la última comida de un Tiranosaurio es un hito en el mundo de la paleontología. Nunca antes se había encontrado alimento perfectamente conservado en la tripa de un dinosaurio, lo que proporciona valiosa información sobre su patrón alimenticio. En este caso, se encontraron las patas traseras de dos crías de Citipes en la cavidad del estómago de un fósil de Gorgosaurus.
Este nuevo hallazgo revela que el Tiranosaurio se alimentaba de otras especies de dinosaurios, en este caso, de crías de Citipes. Además, el fósil encontrado pertenece a un Tiranosaurio de gran tamaño, que medía entre 9 y 10 metros de largo. Este descubrimiento supone un avance significativo en los estudios sobre los Tiranosaurios y su comportamiento alimenticio.
El descubrimiento de la última comida de un Tiranosaurio ha permitido a los investigadores obtener nueva información sobre estos temibles dinosaurios. El fósil encontrado pertenece a la especie Gorgosaurus, y se estima que el Tiranosaurio en cuestión medía entre 9 y 10 metros de largo. Además, se ha descubierto que tenía un gusto culinario peculiar, ya que se había tragado las patas traseras de dos crías de Citipes, dejando intactos los restantes cadáveres.
Este hallazgo proporciona valiosa información sobre el patrón alimenticio de los Tiranosaurios, revelando que se alimentaban de otras especies de dinosaurios. Además, el descubrimiento de la última comida de un Tiranosaurio supone un avance significativo en los estudios sobre estos terópodos carnívoros, permitiendo a los investigadores comprender mejor su comportamiento y su papel en los ecosistemas del pasado.