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La Administración Federal de Aviación de EE.UU. ha autorizado a SpaceX a realizar la segunda prueba del lanzamiento del cohete Starship, la nave espacial más grande del mundo. El lanzamiento está programado para este viernes desde Texas. SpaceX ha realizado mejoras en el proceso de separación de la nave y en la plataforma de lanzamiento para garantizar la seguridad y el éxito de la prueba.
El Starship tiene como objetivo final llevar a los astronautas de la misión Artemis III de la NASA a la superficie lunar. Con una capacidad de carga de 150 toneladas métricas y la posibilidad de ser reutilizable, el Starship se convertirá en el cohete más grande del mundo. La NASA ha invertido aproximadamente 4.000 millones de dólares en su desarrollo, ya que es una pieza clave en el programa Artemis de la agencia espacial para el regreso a la Luna después de más de 50 años.
Para la segunda prueba del lanzamiento del cohete Starship, SpaceX ha realizado algunas mejoras, entre ellas en el proceso de separación de la nave. Ahora, la segunda etapa, la propia nave Starship, encenderá sus motores durante el proceso de separación, en lugar de hacerlo después, lo que aumentará su potencia. También se han hecho cambios en la plataforma de lanzamiento de Starbase en Texas para mitigar los efectos de los motores de la primera etapa.
Estas mejoras son importantes para garantizar la seguridad y el éxito del lanzamiento. En la primera prueba, hubo una fuga en algunos motores de la primera etapa, lo que provocó un incendio y la activación del sistema de autodestrucción. El Starship explotó a los pocos minutos de despegar, causando daños en la plataforma de lanzamiento. Con estas mejoras, SpaceX espera que el Starship alcance la órbita y complete una vuelta casi completa al planeta antes de aterrizar en el océano Pacífico.
El Starship es una pieza clave en el programa Artemis de la NASA, que tiene como objetivo llevar a los astronautas de la misión Artemis III a la superficie lunar. El cohete SLS y la nave Orión, que ya han sido probados en la misión Artemis I, están diseñados para llevar tripulantes a la órbita lunar, pero no para descender a la superficie del satélite.
La NASA ha invertido alrededor de 4.000 millones de dólares en el desarrollo del Starship, ya que es necesario para cumplir con el objetivo de regresar a la Luna. La agencia espacial estadounidense se encuentra en una carrera espacial con China, que también tiene planes de llegar a la Luna. Se espera que el Starship sea reutilizable y tenga una capacidad de carga de 150 toneladas métricas, lo que lo convertiría en el cohete más grande del mundo.