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Un equipo científico liderado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un monitor de ultrasonidos portátil en forma de parche que se adhiere a la piel y puede obtener imágenes precisas de la vejiga. El parche, del tamaño de una mano, está hecho de caucho de silicona y cuenta con cinco sensores de imagen por ultrasonidos. Los investigadores demostraron que el parche puede obtener imágenes comparables a las tomadas con una prueba de ultrasonidos tradicional. Este avance tecnológico podría ser especialmente útil para pacientes con trastornos de la vejiga o los riñones, ya que les permitiría controlar el funcionamiento de estos órganos de manera más fácil y precisa.
El parche de ultrasonidos diseñado por el MIT es flexible y fácil de usar. Gracias a su material pegajoso, se adhiere suavemente a la piel y puede ser colocado y retirado con facilidad. Además de su utilidad en el monitoreo de la vejiga, este dispositivo podría adaptarse para controlar otros órganos del cuerpo. Los investigadores están trabajando en el desarrollo de un dispositivo portátil, del tamaño de un teléfono inteligente, que permita visualizar las imágenes obtenidas por el parche. También esperan diseñar dispositivos de ultrasonidos para obtener imágenes de otros órganos, como el páncreas, el hígado o los ovarios. Este avance en la tecnología de ultrasonidos podría tener un impacto significativo en la detección precoz de enfermedades, incluido el cáncer.
El monitor de ultrasonidos portátil desarrollado por el MIT tiene diversas aplicaciones en el campo de la medicina. Además de su utilidad en el monitoreo de la vejiga y otros órganos del cuerpo, este dispositivo podría ser utilizado para la identificación y caracterización de enfermedades. Su versatilidad y facilidad de uso lo convierten en una herramienta prometedora para el diagnóstico y seguimiento de diferentes condiciones médicas. Además, este avance tecnológico podría contribuir a la detección precoz del cáncer y mejorar la calidad de vida de los pacientes con trastornos de la vejiga o los riñones. El desarrollo de dispositivos portátiles y más accesibles en el futuro podría facilitar aún más el uso de esta tecnología en entornos clínicos y mejorar la atención médica.