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Descubre Sargantana: el chip español que revolucionará la creación de supercomputadoras europeas

  • El Barcelona Supercomputing Center lanza su tercer procesador de código abierto, llamado Sargantana.
  • Este chip es el primero en superar un gigahercio de potencia.
  • El objetivo principal del chip es ser utilizado como material docente y no se comercializará.
  • El BSC está trabajando en el desarrollo de chips para futuros supercomputadores Marenostrum.

El camino hacia el supercomputador europeo

El Barcelona Supercomputing Center ha lanzado su tercer procesador de código abierto, llamado Sargantana, que se convierte en el primero en superar un gigahercio de potencia. Aunque este chip no está diseñado para un supercomputador en sí, su desarrollo es un paso importante para el BSC en su objetivo de crear su propio hardware y contribuir a la construcción de un supercomputador europeo. El chip Sargantana se utilizará principalmente como material docente y se espera que las futuras versiones puedan ser distribuidas gratuitamente por universidades.

El liderazgo de Barcelona en tecnologías de computación de código abierto

Mateo Valero, director del BSC, ha sido clave en la apuesta por convertir a Barcelona en un centro de referencia en tecnologías de computación de código abierto RISC-V. Esta iniciativa busca llevar al hardware lo que Linux hizo por el software, permitiendo la colaboración entre instituciones y evitando el oligopolio de las grandes tecnológicas. Aunque el trabajo apenas está comenzando, el BSC se ha convertido en la locomotora europea de la investigación científica sobre los futuros chips europeos. El objetivo final es garantizar la soberanía tecnológica y mantener la competitividad industrial europea.

Los desafíos en el desarrollo de procesadores de altas prestaciones

El desarrollo de un procesador de altas prestaciones requiere un amplio equipo con mucha experiencia y varios años de dedicación. El BSC reconoce que aún está lejos de contar con los recursos necesarios para competir con las grandes tecnológicas en este ámbito. Mientras que un supercomputador estadounidense puede llegar a costar 3.000 millones de dólares, el Marenostrum 5 del BSC apenas ha superado los 200 millones. Sin embargo, la ventaja del BSC radica en la colaboración con diversas instituciones universitarias y científicas, lo que permite avanzar en el desarrollo del nuevo chip barcelonés.