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El Parlamento Europeo ha ratificado definitivamente la ley que obligará a los aviones a consumir un mínimo de combustible verde. La medida busca reducir la huella de carbono de las aerolíneas, que tendrán que ir sustituyendo progresivamente el consumo de queroseno por alternativas más verdes. A partir de 2025, al menos un 2% del combustible que consuma el sector de la aviación deberá ser verde, y este porcentaje irá aumentando cada cinco años. En 2030 será del 6%, en 2035 del 20%, en 2040 del 34% y en 2050 se espera alcanzar el 70%. Los combustibles considerados verdes incluyen el hidrógeno, los combustibles sintéticos y la mayoría de los biocombustibles producidos a partir de residuos biológicos, agrícolas y forestales, entre otros.
Según las nuevas normas, los combustibles de aviación sostenibles incluirán los combustibles sintéticos, ciertos biocarburantes producidos a partir de residuos agrícolas o forestales, algas, aceite de cocina usado y determinadas grasas animales. También se incluirán los combustibles reciclados producidos a partir de gases emitidos en el procesamiento de residuos o a partir de desechos plásticos. Sin embargo, se excluyen los combustibles derivados de cultivos alimentarios y forraje, así como los derivados del aceite de palma y la soja, debido a que no cumplen con los criterios de sostenibilidad establecidos por la UE.
A partir de 2025, se implementará una etiqueta europea para evaluar el comportamiento medioambiental de los vuelos. Esta etiqueta permitirá a las aerolíneas acreditar la huella de carbono por pasajero y las emisiones de CO2 estimadas por kilómetro, lo que permitirá a los viajeros comparar las opciones más sostenibles para sus rutas. Esta medida tiene como objetivo promover la descarbonización en el sector de la aviación y proporcionar una mayor transparencia a los pasajeros.
La industria de la aviación es responsable de hasta el 13,4% de las emisiones de carbono del sector de transporte de la Unión Europea. La implementación de estas medidas de sostenibilidad supondrá un desafío para las aerolíneas, ya que deberán adaptarse a la utilización de combustibles sostenibles y reducir su dependencia del queroseno convencional. Sin embargo, también representa una oportunidad para la industria, ya que fomentará la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y combustibles más limpios.
El eurodiputado José Ramón Bauzá ha instado a los gobiernos nacionales a apoyar a la industria de la aviación en la implementación de estas medidas y garantizar un despliegue rentable de los combustibles de aviación sostenibles en toda Europa. Los gobiernos deben jugar un papel activo en la transición hacia una aviación más sostenible, proporcionando incentivos y apoyo financiero para la producción y el uso de combustibles verdes.
En conclusión, la aprobación de estas medidas por parte del Parlamento Europeo representa un paso importante hacia la descarbonización de la aviación y la reducción de las emisiones de carbono en la Unión Europea. Estas medidas fomentarán la investigación y el desarrollo de combustibles sostenibles y promoverán una mayor transparencia en el sector de la aviación. Sin embargo, también supondrán un desafío para las aerolíneas, que deberán adaptarse a la utilización de combustibles más limpios. Con el apoyo de los gobiernos nacionales, se espera que la industria de la aviación pueda cumplir con los objetivos establecidos y contribuir a la lucha contra el cambio climático.