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Según la NASA, se ha identificado un asteroide que pesa 54 millones de toneladas y que tiene una alta probabilidad de chocar contra la Tierra en el año 2030. Esta colisión podría tener consecuencias devastadoras para el planeta y se estima que liberaría una cantidad de energía equivalente a una bomba de TNT de gran magnitud. Aunque las probabilidades de impacto son bajas, la NASA continúa vigilando de cerca este asteroide para prevenir y mitigar cualquier posible desastre.
Este asteroide, conocido como el meteorito más peligroso, ha sido identificado por primera vez en diciembre de 2021 y se espera que se acerque a la Tierra en los próximos años. Aunque las probabilidades de impacto directo son de 1 entre 1.8 millones, la NASA está tomando medidas para estudiar y monitorear su trayectoria con el fin de prevenir cualquier posible colisión.
Otro asteroide que ha sido identificado como una amenaza potencial para la Tierra es Bennu. Este asteroide, con un ancho de y un peso de , se considera uno de los mayores peligros para nuestro planeta. Aunque se espera que haga su aproximación más cercana en , se cree que es una rama de un objeto más grande que se rompió hace hasta 2 mil millones de años.
En caso de un impacto con la Tierra, Bennu causaría una devastación regional y liberaría una cantidad de energía equivalente a , lo que resultaría en la destrucción de una ciudad entera y millones de muertes. Aunque las probabilidades de impacto son bajas, la NASA continúa vigilando de cerca a Bennu para prevenir cualquier posible colisión en el futuro.
Apophis, otro asteroide que anteriormente se consideraba una amenaza para la Tierra, ha cambiado su estatus en 2021. Después de una observación de radar más precisa, se determinó que Apophis no representa ninguna amenaza para nuestro planeta en el próximo siglo. Sin embargo, será visible en cuando pase a , más cerca que algunos satélites.
Aunque Apophis ya no es considerado una amenaza inmediata, la NASA sigue monitoreando su trayectoria para asegurarse de que no represente ningún peligro en el futuro. Este cambio de estatus demuestra la importancia de seguir investigando y estudiando los asteroides para comprender mejor su comportamiento y prevenir cualquier posible impacto contra la Tierra.