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La pequeña isla italiana de Lampedusa se encuentra desbordada ante la llegada masiva de migrantes e inmigrantes en las últimas 24 horas. Con más de 5.000 personas desembarcando en la isla en un solo día, se ha superado cualquier récord anterior. El flujo migratorio no cesa y las autoridades italianas se encuentran desbordadas, sin capacidad suficiente para acoger a tantas personas. El alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino, ha pedido al Gobierno de Giorgia Meloni que tome medidas de emergencia, incluyendo la intervención del Ejército, para hacer frente a esta crisis humanitaria sin precedentes.
El sistema de acogida en Italia se encuentra al límite debido a la llegada masiva de migrantes e inmigrantes. El centro de acogida en Lampedusa, que normalmente tiene capacidad para alrededor de 400 personas, se encuentra saturado con más de 5.000 personas llegando en un solo día. Las condiciones en el centro de acogida son precarias y las autoridades se ven obligadas a acelerar los traslados de los migrantes a otros centros de acogida en Sicilia. Sin embargo, el elevado flujo migratorio dificulta esta tarea y provoca un hacinamiento en los centros de acogida en todo el país.
La falta de solidaridad europea en el grave problema de la inmigración se hace evidente con las acciones de Francia y Alemania. Francia ha anunciado su intención de “asegurar” la frontera con Italia, aumentando los controles en la zona de Menton y Ventimiglia. Por su parte, Alemania ha suspendido los procesos de selección de solicitantes de asilo que llegan desde Italia en el marco del “mecanismo voluntario de solidaridad”. Estas acciones demuestran la falta de compromiso de los países europeos en compartir la responsabilidad de la acogida de migrantes e inmigrantes.
Ante esta crisis migratoria sin precedentes, la ONU y la Cruz Roja han instado a los países europeos a mostrar solidaridad y compartir la responsabilidad de la acogida de migrantes e inmigrantes. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha afirmado que los esfuerzos no pueden ser realizados solo por los primeros países de llegada, sino que deben ser compartidos por toda la Unión Europea. Por su parte, la Cruz Roja Italiana ha alertado sobre la falta de capacidad para gestionar los flujos migratorios y ha pedido ayuda a nivel europeo.
Italia se encuentra en una lucha constante por gestionar la crisis migratoria que está colapsando el país. Con más de 123.000 llegadas a las costas italianas en lo que va de año, el sistema que gestiona los flujos migratorios está al borde del colapso. Las autoridades italianas se ven desbordadas y el personal de rescate no da abasto para actualizar las cifras. El alcalde de Lampedusa ha pedido medidas urgentes, incluyendo la intervención del Ejército, para hacer frente a esta situación insostenible. Mientras tanto, la falta de solidaridad europea y las acciones de Francia y Alemania agravan aún más la crisis migratoria en Italia.