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El profesor Ken Ohm, de 86 años, ha decidido enviar su ADN a la Luna con la esperanza de que una civilización alienígena avanzada pueda clonarlo en el futuro. Ohm es uno de los siete participantes que figuran en la lista de la empresa Celestis para el próximo lanzamiento. Su motivación para tomar esta decisión es la posibilidad de que dentro de 30.000 o 40.000 años, alguna civilización descubra su material genético y lo utilice para crear una copia de él.
Ohm siempre ha soñado con llegar al espacio como astronauta, pero no fue reclutado por la NASA debido a su altura. Aunque su sueño de viajar al espacio no se hizo realidad, espera que su ADN pueda ser parte de la exploración espacial en el futuro. Celestis ha estado enviando ADN a la Luna desde 1994 y ha completado misiones para más de 1.000 familias en más de 20 países. Las cápsulas conmemorativas de Celestis permanecerán en la superficie lunar como un tributo permanente a aquellos que nunca dejaron de buscar las estrellas.
La empresa Celestis ha estado enviando ADN a la Luna desde 1994. Su misión es transportar restos cremados y ADN en cápsulas conmemorativas que permanecerán en la superficie lunar como un tributo a aquellos que nunca dejaron de buscar las estrellas. Ken Ohm, un profesor de física de 86 años, es uno de los participantes que ha decidido enviar su ADN a la Luna. Ohm espera que en el futuro, alguna civilización alienígena avanzada descubra su material genético y lo utilice para clonarlo.
Celestis ha completado misiones para más de 1.000 familias en más de 20 países. La primera misión de la empresa impactó en la superficie lunar dentro de un cráter permanentemente en sombra aproximadamente un año y medio después de su lanzamiento. La cápsula llevaba a bordo partes de los restos del geólogo planetario Eugene Shoemaker, quien demostró que los cráteres en la Luna eran huellas de impactos de meteoritos y no volcanes extintos como se pensaba anteriormente.
El profesor Ken Ohm, de 86 años, ha decidido enviar su ADN a la Luna con la esperanza de que una civilización alienígena avanzada pueda clonarlo en el futuro. Ohm es uno de los siete participantes que figuran en la lista de la empresa Celestis para el próximo lanzamiento. Su motivación para tomar esta decisión es la posibilidad de que dentro de 30.000 o 40.000 años, alguna civilización descubra su material genético y lo utilice para crear una copia de él.
Ohm siempre ha soñado con viajar al espacio como astronauta, pero la NASA no lo reclutó debido a su altura. Aunque su sueño de explorar el espacio no se hizo realidad, espera que su ADN pueda ser parte de la exploración espacial en el futuro. Celestis ha estado enviando ADN a la Luna desde 1994 y ha completado misiones para más de 1.000 familias en más de 20 países. Las cápsulas conmemorativas de Celestis permanecerán en la superficie lunar como un tributo permanente a aquellos que nunca dejaron de buscar las estrellas.
Celestis ha estado enviando ADN a la Luna desde 1994 como parte de su misión de transportar restos cremados y ADN en cápsulas conmemorativas que permanecerán en la superficie lunar. Estas cápsulas son un tributo permanente a aquellos que nunca dejaron de buscar las estrellas. Ken Ohm, un profesor de física de 86 años, es uno de los participantes que ha decidido enviar su ADN a la Luna. Ohm espera que en el futuro, alguna civilización alienígena avanzada descubra su material genético y lo utilice para clonarlo.
Celestis ha completado misiones para más de 1.000 familias en más de 20 países. La primera misión de la empresa impactó en la superficie lunar dentro de un cráter permanentemente en sombra aproximadamente un año y medio después de su lanzamiento. La cápsula llevaba a bordo partes de los restos del geólogo planetario Eugene Shoemaker, quien demostró que los cráteres en la Luna eran huellas de impactos de meteoritos y no volcanes extintos como se pensaba anteriormente.