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Un grupo de investigadores ha recreado agua de mar antigua para analizar los nutrientes que impulsaron la vida en el pasado. Estudiaron las formas de vida más antiguas que evolucionaron en el Eón Arcaico y descubrieron que mostraban preferencia por metales como el molibdeno y el manganeso. Estos metales eran más abundantes en el agua de mar Arcaico debido a la formación rápida de la greenalita, un mineral común en las rocas arcaicas. Los resultados de la investigación coinciden con las predicciones de los biólogos y explican por qué las primeras formas de vida favorecieron estos metales durante la evolución temprana.
La greenalita se forma rápidamente en los océanos primitivos y elimina zinc, cobre y vanadio del agua de mar. Esto deja el agua de mar rica en otros metales, como manganeso, molibdeno y cadmio, que eran preferidos por las primeras formas de vida. Los investigadores recrearon agua de mar Arcaica en condiciones sin oxígeno y observaron cómo se formaba la greenalita. Descubrieron que los metales entraban en los minerales y permanecían atrapados en ellos, lo que sugiere que la greenalita actuaba como un sumidero permanente de metales en el agua de mar primitiva. Estos hallazgos proporcionan una mayor comprensión de la química del agua de mar en el pasado y su influencia en el origen y evolución de la vida.