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Un diplomático cubano intervino para criticar la política de Estados Unidos hacia su país, calificándola de ilegal y moralmente insostenible. Acusó a Estados Unidos de utilizar pretextos para justificar la política y de cometer prácticas condenables en su propio país, como el racismo sistémico y la brutalidad policial. También criticó a la delegación estadounidense por citar cifras infladas de exportaciones y ayuda humanitaria a Cuba, y negó que Estados Unidos sea un proveedor de medicamentos a Cuba.
El ministro de relaciones exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Padilla, describió el bloqueo como un acto de guerra económica en tiempos de paz destinado a desestabilizar al país y destruir su orden constitucional. También acusó a Estados Unidos de privar al pueblo cubano del derecho a la libre determinación, al desarrollo y al progreso humano.
Un representante de los Estados Unidos intervino después de la votación, afirmando que su país apoya con determinación al pueblo cubano y apoya firmemente su consecución de un futuro con respeto a los derechos humanos. Paul Folmsbee, el representante, argumentó que las sanciones son una herramienta para promover la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba. También criticó al gobierno cubano por demorar la respuesta a las solicitudes de enviar expertos independientes a la isla.
Folmsbee reconoció los desafíos que enfrenta el pueblo cubano y explicó que Estados Unidos ha flexibilizado algunas restricciones con respecto a las importaciones de alimentos, medicinas y otros bienes humanitarios a Cuba. Afirmó que Estados Unidos sigue siendo uno de los principales socios comerciales de Cuba.
La embajadora de España, en representación de la Unión Europea, declaró que la UE considera que el levantamiento del embargo podría hacer más efectivas las reformas económicas y facilitar la apertura de la economía cubana en beneficio del pueblo cubano. Sin embargo, también instó al gobierno cubano a respetar los derechos humanos y a liberar a todos los presos políticos.
Asimismo, criticó la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, calificándola de injustificada, y afirmó que la Unión Europea rechaza firmemente la activación de los títulos III y IV de la Ley Helms Burton por parte de Estados Unidos.
El ministro de relaciones exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Padilla, describió en detalle cómo el embargo afecta la vida cotidiana de los cubanos, desde la alimentación hasta la energía, pasando por los medicamentos. Según Padilla, el bloqueo impide a Cuba adquirir equipos, dispositivos y fármacos de compañías estadounidenses y sus subsidiarias, lo que obliga al país a pagar precios exorbitantes a terceros.
Padilla también compartió la historia de una niña cubana de seis años a la que se le diagnosticó un tumor de cáncer, pero a la que no se le ha podido administrar un medicamento producido por Estados Unidos necesario para continuar el tratamiento debido al bloqueo. Según Padilla, el bloqueo marca la diferencia entre la vida y la muerte para muchos niños cubanos.